La agenda de construcción y fortalecimiento de nueva gobernanza metropolitana ha sido rica en propuestas pero débil en hechos concretos desde la recuperación de la democracia en 1983, en lo que tiene que ver con la Región Metropolitana de Buenos Aires (RMBA).
La mayoría de los organismos públicos que coordinan políticas a nivel metropolitano aún datan del período dictatorial previo y a la democracia le ha costado definir y poner en marcha mecanismos concretos de coordinación, reglas y políticas públicas a escala metropolitana. La dimensión de los circuitos de acumulación política han entrado en juego en distintos períodos y de distinta manera para “trabar” esta agenda con gobiernos de distintos signos políticos.
La RMBA tiene particularidades tanto a nivel regional como mundial, tratándose de una ciudad que, por su peso poblacional y económico pero además en función de sus grandes desigualdades internas y la diferencia de recursos políticos con el resto del país, está en una situación de enorme dificultad para encarar el complejo camino que implica dotarla de una institucionalidad metropolitana más compleja.