¿Una oportunidad para la Ciudad de Buenos Aires?
La pandemia ha acelerado y puesto en el centro de la agenda laboral el trabajo remoto. Este nuevo Documento CEM indaga sobre el teletrabajo y delinea sus principales características, su génesis, alcance y evolución.
Existe una serie de factores que condicionan la expansión del teletrabajo en nuestro país. A las diferencias culturales o idiosincráticas de las distintas regiones del país, debemos sumar las diferentes estructuras productivas, el desarrollo de infraestructura tecnológica (acceso a dispositivos y conectividad a internet) así como también la realidad de un mercado de trabajo atravesado por fuertes desigualdades territoriales, de género, nivel de calificación y elevados niveles de informalidad laboral.
Los estudios realizados en escenarios previos a la pandemia sumado al actual contexto de crisis sanitaria y distanciamiento social, han evidenciado importantes ventajas del teletrabajo tanto para empleados como organizaciones empleadoras pero, a su vez, algunas potenciales amenazas. Debido a ello, se produjo un adelantamiento de debates en el seno de la agenda pública nacional y la materialización de normativas y otras herramientas dirigidas atenuar las consecuencias negativas del trabajo a distancia.
En cuanto a los beneficios sociales, principalmente en las grandes metrópolis, si bien hay estudios contradictorios sobre el potencial impacto en la reducción de los desplazamientos, cogestión, contaminación y otros problemas de salud pública derivados, la bibliografía consultada indica que existe cierto consenso sobre que un alto nivel de implementación del teletrabajo podría generar importantes beneficios colectivos a partir de la disminución de los problemas mencionados.