El Arbolado Público y sus beneficios para la Ciudad
por Yanina Rullo y Pablo Mesa. Colaborador: Fabio Márquez
Este nuevo informe del área Territorio y Acceso a derechos muestra el estado de situación del arbolado en la Ciudad de Buenos Aires, la importancia de plantar árboles para mitigar el calor y el cambio climático y el impacto en la calidad de vida de los ciudadanos.
El informe entiende que el arbolado es ordenador del escenario urbano y que cumple funciones ambientales, sociales, culturales, estéticas, sanitarias y de articulación en las relaciones de la diversidad biológica. Además, se propone como una contribución como herramienta de debate en torno a la planificación de los espacios verdes públicos.
Las proyecciones del Cambio Climático en la Ciudad de Buenos Aires indican un aumento de entre siete y quince días con olas de calor respecto a la situación actual. Estudios realizados en CABA durante principios del 2018 mostraron la importancia del arbolado urbano como regulador y mitigador de la temperatura.
Brindar soluciones a las problemáticas de la sociedad debería ser uno de los componentes esenciales de toda política pública. En una ciudad con una distribución escasa en lo que respecta a las áreas verdes públicas, y con una gran tasa de desigualdad referida a la presencia de arbolado urbano en los barrios más poblados de la Ciudad, debería ser una prioridad política dotar de calidad de vida a la población diseñando estrategias de planificación urbanísticas con una mirada de ¨enfoque natural integral¨.
El arbolado en la Ciudad de Buenos Aires viene sufriendo un deterioro muy importante desde hace varios años debido a la falta de profesionalización y al desconocimiento técnico de los encargados del manejo. Según denuncias de organizaciones de la sociedad civil durante este 2021, más del 60 por ciento de los nuevos árboles plantados por el Gobierno porteño en el período 2020-2021 murieron por falta de cuidado.
La integración armónica del arbolado en la ciudad, debe ser un objetivo de la planificación urbana, en el marco de una política municipal que conciba al espacio público como espacio fundamental para el mejoramiento de la calidad de vida en la ciudad.
Las políticas de planificación y ejecución en la gestión del territorio local bajo ésta mirada son escasas, o bien en muchos casos no cuentan con profesionales idóneos o personal capacitado para una correcta gestión o seguimiento de las mismas. En general, falta planificación urbanística que contemple los requerimientos necesarios, por ejemplo en materia de arbolado urbano. Se le da prioridad a proyectos de obra pública o privada que no consideran a los árboles existentes o los desprecian.