El accidente ocurrido el viernes 10 de mayo de 2024 en la línea San Martín del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), en que un tren de pasajeros chocó por detrás con una formación interna que se encontraba detenida y –por fortuna– sin pasajeros en cercanías de la estación Palermo, volvió a poner de relieve falencias estructurales de los trenes argentinos.
Fallaron las tres instancias que deberían haber evitado un hecho de esas características: las señales eléctricas se encontraban fuera de servicio, según trascendió, por un robo de cables que no habían sido repuestos; el sistema de detención automática de tren (ATS), aunque instalado, nunca había sido activado; y por último, el aparente error humano apunta en última instancia a la capacitación e idoneidad del personal a cargo.
El antecedente inmediato que viene a la memoria es el de la tragedia de Once de 2012, cuando un tren eléctrico de pasajeros de la línea Sarmiento –entonces operada por la concesionaria privada TBA– embistió los paragolpes de la estación de Once generando el acaballamiento de varios coches y la muerte de 52 personas. Aquel hecho marcó un parteaguas en la política ferroviaria, llevó a la rescisión del contrato de TBA, a la elevación del área de Transporte a la jerarquía ministerial, a la posterior reestatización completa de la línea Sarmiento y de otras cuatro de las siete líneas de trenes suburbanos del AMBA, y a un shock de inversión que permitió transformar positivamente el servicio a través de fuertes inversiones estatales en infraestructura y renovación de material rodante.
Desde entonces, la gestión de las empresas ferroviarias ha sido errática. A diferencia del accidente de Once, que generó un consenso transversal favorable a la reestatización del servicio, el actual gobierno incluyó la privatización del sistema ferroviario en el proyecto de Ley Bases y no esperó a utilizar el accidente sucedido en la línea San Martín como ejemplo de la necesidad de volver a privatizar los servicios ferroviarios. ¿Qué pasó desde entonces? ¿Cómo pudo pasar un accidente de estas características en la línea San Martín? ¿Cómo funcionan los trenes metropolitanos en el mundo? ¿Qué cambiaría con la operación privada?