El mercado inmobiliario en la Ciudad de Buenos Aires, analizado en este quinto Monitor de Acceso a la Vivienda, evidencia profundas desigualdades territoriales. Los barrios del norte concentran la mayor oferta y los precios más altos, mientras que el sur, con menos infraestructura y servicios, ofrece opciones más económicas pero limitadas. Estas diferencias acentúan la fragmentación y las dificultades de acceso a la vivienda.
La inflación también impacta el rubro de vivienda y servicios, con ajustes en expensas y tarifas que duplican la inflación general. En noviembre, alquilar un departamento de dos ambientes requirió 2,6 salarios mínimos, sin contar expensas.
Por otro lado, la oferta de alquileres permanentes creció, mientras disminuyeron los anuncios en dólares. Sin embargo, el avance de plataformas como Airbnb sigue presionando el mercado, especialmente en zonas turísticas, donde el alquiler temporario resulta más rentable, limitando la disponibilidad de opciones permanentes.
En el mercado de compra-venta, la brecha entre barrios se mantiene: Puerto Madero supera en un 424% a Villa Soldati en el valor del m². Estas disparidades reflejan una intervención desigual del Estado en infraestructura urbana clave.