El acceso a la vivienda es uno de los principales desafíos urbanos en Buenos Aires, y el mercado de alquileres ha sido un reflejo de las tensiones económicas y regulatorias de los últimos años. Desde el Área Urbana del Centro de Estudios Metropolitanos (CEM), hemos analizado la evolución del sector entre 2019 y 2024, abordando la oferta, los precios, la accesibilidad y el impacto de regulaciones clave como la Ley de Alquileres y su posterior derogación.
El informe revela cómo la oferta de alquileres experimentó variaciones significativas, con una reducción notable a partir de 2022 y un posterior repunte en 2024. Sin embargo, este aumento de la oferta no implicó automáticamente una mejora en el acceso a la vivienda: la disponibilidad de unidades no se alineó con la demanda real de los hogares, y las condiciones de contratación se volvieron más inestables tras la desregulación del mercado.
Otro eje central del análisis es el impacto del alquiler turístico. Desde 2022, la cantidad de propiedades destinadas a plataformas como Airbnb creció de manera sostenida, afectando la oferta de alquiler tradicional. En 2024, a pesar del aumento de unidades en alquiler turístico, la ocupación no creció al mismo ritmo, lo que abre interrogantes sobre una posible sobreoferta en este segmento y la necesidad de regulaciones que garanticen el acceso a la vivienda para quienes eligen vivir en la ciudad.
El informe plantea preguntas clave: ¿Hasta qué punto la desregulación realmente facilitó el acceso al alquiler? ¿Qué rol tuvo la ley derogada en la crisis del sector? ¿Es necesario regular los alquileres turísticos para mejorar la oferta habitacional?