Este nuevo informe del Centro de Estudios Metropolitanos (CEM) revela que la Ciudad de Buenos Aires está atravesando un deterioro económico más agudo que el promedio del país. Mientras la actividad económica nacional se contrajo un -1,8% durante 2024, en CABA la caída fue del -4,7% interanual, más del doble.
El informe, elaborado por el Área de Trabajo y Producción, analiza los datos del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) publicados por el INDEC y su impacto en la Ciudad. A partir de la composición del Producto Bruto Geográfico (PBG) porteño, se observa que los sectores más afectados a nivel nacional —construcción (-17,7%), industria (-9,2%), comercio (-7,3%) e intermediación financiera (-4,3%)— representan el 49% de la economía de la Ciudad. Si se consideran todos los sectores con caídas, se alcanza un 82% del PBG, lo que da cuenta de la fragilidad del entramado productivo local.
Inclusive, mientras la actividad económica a nivel nacional en el 4to trimestre del 2024 tuvo una recuperación de +2,1% con respecto al mismo periodo del 2023, en CABA persistió una caída interanual de -1,4%.
A esto se suma el impacto en el empleo. A nivel nacional, el sector privado registrado perdió cerca de 100 mil puestos de trabajo en un año, y los sectores más afectados —construcción, industria manufacturera, transporte, inmobiliarias y gastronomía— tienen una fuerte presencia en la economía porteña. Esto explica en parte el aumento de la desocupación en CABA, que pasó del 4,6% al 6,7% entre el cuarto trimestre de 2023 y el mismo período de 2024, lo que representa un crecimiento del 50%. El contraste con el aumento nacional, que fue de apenas 0,7 puntos porcentuales, es notable.
El deterioro de los ingresos también afecta directamente el consumo de las familias porteñas. Los salarios registrados en la Ciudad cayeron un -4,6% en términos reales durante 2024, una tendencia que se acentuó hacia fin de año, con bajas del -0,3% en diciembre y enero. Esta pérdida de poder adquisitivo se refleja en el consumo, particularmente en alimentos y bebidas, con una caída del -6,7% en uno de los rubros más sensibles para el bienestar nutricional.
“El informe muestra cómo las políticas del gobierno nacional en material económica ha tenido un mayor impacto negativo en las condiciones de vida de los porteños. En el medio de la campaña electoral, esto presenta un desafío para los candidatos de la Libertad Avanza que deben explicar por qué la ciudadanía debe acompañarlos con el voto. También los candidatos del oficialismo deben dar cuenta por la falta de políticas locales anticiclicas”, dice Darío Romano, coordinador del área Trabajo y Producción.
El informe pone en evidencia que la Ciudad de Buenos Aires, lejos de estar aislada de los efectos de la política económica nacional, es especialmente vulnerable a las dinámicas recesivas actuales, tanto por su estructura productiva como por el impacto en el empleo, los ingresos y el consumo de su población.